Si contáramos con una
varita mágica y pudiéramos modelar nuestro cuerpo como quisiéramos, seguramente
muchos optaríamos por cambiarnos un poquito por aquí o por allá. Alargarnos el
cuello, agrandarnos los ojos, achicarnos la nariz, quitarnos muslo, panza o
cualquier otra parte dependiendo de cada quien. Todos tenemos pequeños detalles
que a lo mejor nos habría gustado que fueran distintos, pero de ahí a que la
gran mayoría de las personas, sobre todo mujeres, se sientan inconformes con su
cuerpo y sea algo que les preocupa a diario, ya es otra cosa. Incluso,
podríamos decir que es un problema grave que afecta la autoestima de la persona
y con ello la manera que tiene de relacionarse con su entorno, con los demás y,
por supuesto, con su pareja en la intimidad. Según una nota de la BBC, sólo el
3% de las mujeres británicas se sienten conformes con su cuerpo y 73% piensa
tiene presente la inconformidad con su cuerpo todos los días. Y como sería de
esperarse al ver el grado de atención que prestan a lo que no les gusta de sus
cuerpos, el 65% de las mujeres entrevistadas afirmó que su vida sería mucho
mejor si se sintieran felices con la forma de su cuerpo. Lo que más disgusta a
las mujeres son sus caderas, la cintura y tener celulitis. Y aún entre aquellas
que tenían una cintura proporcionada a su talla, el deseo de tenerla aún más
delgada estaba presente en la gran mayoría. Las estadísticas son británicas,
cierto, pero podrían ser tomadas como indicador de lo que está pasando en
muchas sociedades; incluso en aquellas en las que los parámetros de belleza
habían sido hasta ahora completamente contrarios a la delgadez. Según adultos
nativos del lugar, en Sudáfrica una mujer con caderas, glúteos y muslos
delgados está en desventaja; “puedes tener muchos novios pero nadie querrá
casarse contigo, ya que una mujer voluptuosa es una mujer fértil y buena
madre”. Pero parece que las percepciones están cambiando y que las jóvenes
zulus están cayendo en la depresión cada vez con más frecuencia, debido a la
inconformidad con su peso y su figura.
Las tendencias occidentales son cada vez
más marcadas en esta región africana y, junto con ellas, la presencia de
anorexia, bulimia e inconformidad con la imagen corporal. Según los expertos
esto ha sido propiciado en gran medida por las imágenes manejadas por los
medios y por los cambios sociales y la urbanización. Las jóvenes actuales
buscan nuevos roles y con ellos una imagen corporal distinta a la de sus
madres. Difundir la imagen de un cuerpo sano, delgado (no anoréxico, sino en su
peso ideal) y firme, que permita ser activo y ágil, puede tener ventajas para
todos, pero ¿globalizar la anorexia?Por supuesto que nosotros no estamos para
nada exentos.
La globalización es el
proceso de llevar la identidad propia de una zona específica a otra zona. De
ese modo sus costumbres, mercado, cultura y demás.
Mediante medios como
internet y sus redes sociales y blogs se pueden globalizar fotos y textos que
hacen apología de la anorexia y la bulimia, de modo que se pueden contagiar.
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